En los últimos años, a las preocupaciones por la entrada de los ladrones a las casas con el solo objetivo de sustraer los bienes que tanto esfuerzo han costado, se le ha sumado la actuación de un movimiento llamado “okupas”, que con fin entre político y delincuencial, irrumpen en las residencias y se establecen en lugar de su legítimo propietario, trayendo toda una serie de consecuencias y dificultades no solo por los bienes que se encuentran en la casa, sino por la presión pública y judicial que esto conlleva.
Entre las medidas que se deben tomar para evitar la irrupción de los okupas en las casas se pueden enumerar la instalación de alarmas, el refuerzo de las puertas y ventanas, entre otras, aunque la medida más importante sigue siendo la implementación de una buena cerradura que nos permita asegurar la puerta y garantizarnos la tranquilidad a la hora de dejar la residencia bien sea por un día durante el trabajo o unas merecidas vacaciones junto con la familia.
El primer paso para la instalación de una cerradura segura es buscar la asesoría de una empresa reconocida cuyo equipo altamente profesional y capacitado, de acuerdo al presupuesto que estemos dispuestos a gastar, nos recomiende las mejores medidas y equipos de protección y hacer la mejor elección entre una amplia serie de ofertas que el mercado nos ofrece, unas más sencillas como las de apertura con llave de metal hasta cerraduras inteligentes con sistemas de apertura digitales.
Entre las cerraduras antiokupas se pueden destacar las cerraduras invisibles, que se colocan en el interior de la puerta de seguridad y protegida totalmente por una plancha de acero de protección, lo que evita la apertura por un taladro, objetos contundentes o la más sofisticada llave “bumping”, más recientemente utilizada y que, lamentablemente, se puede adquirir hasta en ventas en línea a un precio de unos 20 dólares.
Entre las características que debe tener una cerradura segura que evite la invasión de los okupas, están la fortaleza del cilindro o bombillo, fabricado de los materiales más resistentes, protegido con barras de acero y con doble embrague, lo que se traduce en una medida antiganzúa y anti-taladro y permite la apertura de la puerta desde el otro lado a pesar de contener una llave o artilugio partido metido en la cerradura.
Asimismo, existen cerraduras que utilizan un juego de cinco llaves, lo que brinda una serie de millones de combinaciones posibles y, que, junto con la imposibilidad de copiarlas, deja sin posibilidad a los invasores de violar las cerraduras y ocupar las residencias. Entre las llaves que sí permiten copia, la empresa fabricante o quien instala la cerradura, provee al cliente de un certificado de propiedad que debe ser presentado en el establecimiento comercial y comprobar su identidad si quiere que la llave sea duplicada.
Por último y entre las más modernas, también existen las cerraduras electrónicas que no utilizan una llave física tradicional, así como también las cerraduras inteligentes que pueden abrirse a distancia desde un celular, bien sea a través de una red Wi-Fi o del bluetooh utilizando una aplicación la mayoría de las veces provista por la misma empresa que la instaló.